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"Sin duda existen muchos modelos en el mundo, pero puedo afirmar que los incentivos en temas de investigación deben ser individuales y deben generar alta competencia".

Por: Patricio Jarpa, gerente general de Nanotec Chile | Publicado: Martes 2 de noviembre de 2021 a las 11:08 hrs.
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Recientemente algunos políticos del Frente Amplio como Giorgio Jackson sugieren cambiar los sistemas que fomentan la competencia individual entre investigadores. Es decir, que los programas que financiamos todos los chilenos para la ciencia y tecnología no tengan competencia entre los diferentes grupos de científicos o líneas de investigación. Si esto fueses así, hay que entender que son iniciativas que nos llevan directo a la falta de desarrollo y nulo progreso.

Sin duda existen muchos modelos en el mundo, pero puedo afirmar que los incentivos en temas de investigación deben ser individuales y deben generar alta competencia. Paradójicamente, el mismo Charles Darwin como científico y naturalista destacó la competencia como pilar en la evolución y selección natural. Sin querer Darwin era un gran economista. Y es en la ciencia donde está la búsqueda del beneficio social y para sí misma. Y la tecnología es una carrera diaria contra el tiempo y en muchos casos con urgencia inmediata.

¿Entonces, qué pasaría si los programas de financiamiento para científicos no compitieran? Posiblemente, la búsqueda del beneficio propio estaría sobre el grupal, entendiendo al grupal como la sociedad.

Evidentemente un grupo pequeño de científicos preferirían este modelo, y utópicamente, quién no. Un trabajo asegurado por 24 ó 48 meses, tal vez cinco años, sin apuro, sin presión, sin la amenaza de nuevos o mejores científicos, con presupuesto del Estado y además, con la opción en paralelo de hacer docencia y todo lo que implica horas extras de clases, entre otros, sin duda para algunos sería fácil. Un proyecto de investigación para curar el cáncer podría tardar tanto como la enfermedad misma.

La competencia genera una necesidad de progreso que obliga a adelantarse y encontrar nuevas tecnologías y soluciones para la ciencia. Requiere mucho trabajo y esfuerzo dedicado, eso mismo acorta los tiempos y aumenta las soluciones. ¿Qué habría pasado si no hubiese existido competencia entre Pfizer, Cansino y AstraZeneca?

Luego de este análisis: ¿qué le pueden decir los políticos de estas iniciativas a los enfermos de alzhéimer, a las pacientes de cáncer de mama, a los agricultores con falta de agua, o qué le dirán a todas las PYMES que utilizan nuevas tecnologías para llevar al mercado? No podemos terminar con la competencia en la ciencia ni en la tecnología o terminaremos como el Transantiago, un sistema nefasto en su inicio por la falta de competencia.

 

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